En Cofrentes podrás encontrar otra razón para visitarnos:
el Turismo cultural en Cofrentes: La Ermita de la Soledad.
El inicio de la construcción del Oratorio de la Soledad data del año 1872 y fue restaurado en el año 1942 por Federico Arocas (el Hermano Pastor), franciscano que dedicó parte de su vida a su cuidado, embellecimiento y a la recuperación del folclore cofrentino.
Está situado en la dehesa del Monte Calvario, desde donde se observa una panorámica del río Júcar.
En la Ermita se halla la imagen de la Virgen de la Soledad, una virgen venerada por los cofrentinos desde los años cuarenta.
La casa del Hermano Pastor va unida a la Ermita de la Soledad. En su interior se pueden observar las estancias de la casa del sacerdote, una cocina y una habitación, separadas una de otra por una cortina de esparto que él mismo trenzó. Frente a su camastro, realizado de obra y con el colchón lleno de hojas de panocha, cuelga sobre la pared un ataúd de tablones de madera, realizado por él mismo. Este ataúd le acompañó colgado en la pared todo el tiempo que estuvo residiendo en la casa.
Una de las muchas virtudes que poseía el hermano Pastor era la de trenzar esparto. Realizó con este material los taburetes, los estantes para los libros, los marcos de las fotografías y las alforjas de la ermita.
Las personas que contemplaban sus trabajos se quedaban admirados y le pedían que les realizara alguna pieza. Entre las muchas que realizó, destaca la alfombra que tejió para el conde Espoz y Mina y en la que trabajó durante dos años.
Una excelente oportunidad para seguir conociendo Cofrentes y su entorno, que te envolverá por sus paisajes, excelente gastronomía y gentes.