Con la llegada del otoño llegan los primeros aires y una ligera bajada de las temperaturas. Es durante esta época cuando algunas familias cofrentinas se esmeran en recolectar uno de los productos más característicos y tradicionales de la localidad.
Les presentamos el melocotón de Cofrentes.
Si hay una fruta destacada en Cofrentes es el melocotón. Pertenece a la variedad Carrasco de Cofrentes y la temporada de recolección es en septiembre. Se caracteriza por su gran tamaño y su agradable sabor.
Ahora es cuando muchos se estarán planteando una duda puntual; ¿el melocotón no se cosecha con la llegada del calor y del buen tiempo? Así es, pero la variedad Cofrentes tiene esa característica que lo hace peculiar y distinta a la de la mayoría de melocotones; maduran entre finales de Septiembre y principios de Octubre. Y no sólo eso, la forma inconfundible de este melocotón y su excepcional sabor, convierten a esta fruta en una de las joyas de la fruticultura. Joya que se cultiva entre la tierra caliza o volcánica que se encuentra entre el pico de la Muela y el cerro de Agras, aunque durante la época dorada de la historia del melocotón (en los años 70) la zona de Alcance fue uno de los lugares más productivos en este aspecto.
Tal y como sabe el agricultor, el mejor modo para conseguir unos buenos melocotones consiste en la eliminación de algunos frutos de las ramas, lo que se denomina aclareo de la fruta. El melocotonero no tiene que tener un exceso de frutos, para que exista un equilibrio entre el rendimiento del árbol y la calidad del melocotón.
Una de las iniciativas de promoción del melocotón de Cofrentes es la de seguir realizando año tras año el Concurso del Melocotón de Cofrentes. Consiste en la obtención, por parte de los agricultores del municipio, de los melocotones más grandes y pesados que que cultivaron en los campos ubicados dentro del término municipal de Cofrentes. Todos ellos son pesados y catalogados en la oficina de Turismo donde además se fotografían para clasificar los ejemplares conseguidos por cada uno.
Por delante queda una ardua tarea: dar a conocer el producto, divulgar sus excepcionales cualidades, hoy casi olvidadas por parte de la población joven, y por fin la llegada al mercado.
Pasarán unos pocos años, pero valdrá la pena esperar, porque el melocotón de Cofrentes no tiene igual.