Maravillas de nuestro Valle: Poblado Ibero de Meca.
Los restos de la ciudad ibérica del Castellar de Meca constituyen un impresionante conjunto y un testimonio de excepción del desarrollo urbano de los íberos, allá por el año 400 a. de C. Y es una cita a tener muy en cuenta en la próxima visita a Cofrentes y a nuestro Valle.
Está emplazado en una alargada meseta en terreno fronterizo con Castilla La Mancha. El puntal de Meca constituye un impresionante conjunto, siendo una de las ciudades ibéricas de la Edad del Bronce más espectaculares de la península.
Posee la declaración de Monumento Histórico – Artístico Nacional desde 1931. Está declarado Bien de Interés Cultural.
La ciudad fortaleza está tallada en roca, sorprende por sus amplias dimensiones, de más de 10 ha de superficie y por su compleja red de recogida de aguas basada en canalillos y grandes y numerosos aljibes tallados en roca viva y, sobre todo, por el camino de carros de acceso al recinto, de cerca de 1 km de longitud, en el que destacan las huellas abiertas en la piedra producidas por las ruedas de los carros.
Cuenta, como indicamos, con restos de murallas, erscaleras y caminos tallados en roca, aljibes de grandes dimensiones, así como otros restos de loq que sería un asentamiento ibérico, aunque también corresponde a la época de bronce, romana, islámica y medieval.
Se conservan también restos de las murallas ciclópeas, torres defensivas, casas semiexcavadas en la roca, escaleras, pesebres y abrevaderos.
Y a la importancia cultural, arquitectónica y urbanística se una la espectacularidad del paisaje a su alrededor, con 1058 metros de altura sobre el nivel del mar que permite contemplar una panorámica de gran belleza.
Ojo, se puede visitar de forma libre los domingos de 9:00h a 14:00h y guiada contactando con la oficina de Turismo de Ayora.
Muy cercano allí podréis acercaros a conocer el Abrigo de Tortosilla, la primera muestra de arte rupestre prehistórico descubierta en la Comunidad Valenciana, que con la singularidad de sus escenas de caza recolección de la miel, guerra, maternidad o muerte justificó su declaración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.
Dos maravillosas razones más para decidir visitar Cofrentes y aprovechar el riquísimo patrimonio cultural de nuestro Valle.